Club Dojo Aikido Mejorada del Campo

El Aikido se presenta como un Arte Marcial original en su concepción, puesto que propone una nueva respuesta a los problemas de violencia y agresividad. Siendo un efectivo método de defensa personal, guarda un trasfondo filosófico que nos presenta un Arte Marcial fundamentado en los principios de unificación y comunicación, proponiendo la búsqueda de soluciones a los conflictos en un plano superior al de éstos. 

Por medio de su práctica se desarrollan nociones tan fundamentales en la vida diaria como son el equilibrio, el centro, el ritmo y la energía (Ki). El Aikido funciona según el principio de valorización mutua y no de la afirmación de uno mismo en detrimento del otro. Esta actitud sobre el tatami influencia en la vida y en general la concepción de las relaciones con las personas y los acontecimientos.


CARACTERÍSTICAS


Potencia la psicomotricidad, la ubicación espacial, la perspectiva, el manejo de ambos lados del cuerpo, la lateralidad, la coordinación conjunta e independiente de ambas manos y pies, y acciones como proyectar, rodar, caer, desarticular posiciones y mantener el contacto constante y permanente con el adversario. El peligro radica en la cercanía, cuanto más cerca estas de tu adversario, el menos te ve y más fácilmente puedes predecir sus movimientos. 
Todo ello refuerza la autoestima, el respeto hacia los demás y hacia uno mismo y cierta seguridad a la hora de enfrentarse a los conflictos.  

Inmerso en sutiles y precisos movimientos que requieren de técnica de concentración y atención. Un posicionamiento físico preciso en un momento determinado hace que los puntos de equilibrio, del cuerpo humano, instrumentando y aplicando las leyes físicas de Newton hace que los adversarios se vean reducidos y sobre todo controlados, evitando sufrimiento tanto para el atacante como el atacado. 

Aikido se basa en el principio de la no resistencia, no violencia y un principio básico de aceptación para poder entender y redirigir la fuerza del otro. Se aprende a no ser agresivos, a resolver los conflictos con calma y buscando a neutralizar al agresor mediante la simpleza del gesto y por ende su belleza. 

Basándose en la enseñanza de su creador, el Aikido en general se niega a convertirse en un deporte competitivo y rechaza todo tipo de certámenes o concursos que incluyan las divisiones por pesos, las clasificaciones basadas en el número de victorias y la recompensa a los campeones, ya que estas cosas, entiende, sólo alimentan el ego, y a largo plazo, la falta de interés por los demás. 

AIKIDO, es un conjunto de sensaciones, conceptos y experiencias que uno solo puede sentir a lo largo de la práctica y buscarlas en los años de dedicación a ella. AIKIDO es una práctica interior, nadie puede sentir por ti, nadie puede crecer por ti, solo uno mismo a través de sus vivencias consigue creer y evolucionar en AIKIDO.


POR QUÉ PRACTICAR AIKIDO


Desde un punto de vista sencillo y un poco simplista, se puede decir que el Aikido es un arte marcial de autodefensa. 

Si analizamos un poco más en profundidad el Aikido, nos damos cuenta que posee grandes cualidades además de varias características que diferencia al Aikido del resto de los demás artes marciales. Morihei Ueshiba (1883-1969) no incorporó el combate o la competición deportiva en el Aikido y esto lo hace MUY diferente con respecto a todos los demás. Esto genera un sistema completo educativo/deportivo y entre otras cosas tolerancia a la frustración, algo tan apreciado de hoy en día y tan formativo tanto para padres como hijos. 

Por ejemplo, si analizamos la mayoría de las artes marciales veremos que incorporan la competición, el combate y el tener que derrotar al adversario de forma violenta. Hay siempre un ganador y un perdedor. Hay un atacante y una “víctima” que sufre el ataque, el peso, la categoría y la altura influyen muchísimo en la capacidad de repeler el ataque en esta clase de arte marciales. Eso hace que se genere un instinto agresivo ya que se tiene que generar esa agresión. En aikido al no existir la competición no existe esa figura agresiva tampoco importa el peso, altura ni categoría. El Aikido es física pura en movimiento. 

En Aikido y debido a que Morihei Ueshiba no incorporó al arte marcial el combate competitivo, este hecho diferenciador hace que tenga una finalidad realmente educativa resaltando las cualidades de cada persona. Unas veces se hace de ganador (tori) y otras se actúa como perdedor (uke), se aprende a perder y a ganar, se aprende a ser tolerante con el adversario, a cuidar a tu compañero y se aprende a apreciar lo que se tiene y a amarse a uno mismo. Esto hace que los demás no nos sean indiferentes ya que son vitales y fundamentales para una correcta práctica.
 
Decimos que es un sistema educativo, ya que uno sabe cuál es su lugar en el entorno en que te encuentras. Sabes a quien dirigirte, cómo proceder y comportarte en cada momento de la práctica. Se potencia el respeto y educación hacia uno mismo y hacia los demás. Además en la práctica y aprendizaje de Aikido el 50% del tiempo somos el otro, lo que nos obliga a empatizar con nuestro compañero, cuidarle y entenderle. Como el 50% del tiempo somos “el otro”, es decir que el 50% ganamos y el 50% perdemos. Esto obliga a tener cierta resistencia a la frustración a la hora de perder y tener cierta dignidad cuando somos derivados o bloqueados. Perder, sí pero con dignidad y eso obliga a reeducar el carácter, la postura, posicionamiento con respecto al compañero que genera el ataque simulado. Esta es la parte que no poseen el resto de artes marciales. La de entender al contrario y ponerse en su piel el 50% del tiempo que dura la práctica.
 

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